Uruguay: de “país que ahorra” a “país que invierte”, potencial de las fintech y la regulación de criptoactivos
Crowder, dLocal, Fiserv, Nobilis y otras empresas debatieron en el Fintech Summit 2025, sobre activos digitales, sistemas de pagos, y lo que las startups pueden hacer para el desarrollo financiero.
Hay más de US$ 40.000 millones en depósitos en bancos en Uruguay, de los cuales US$ 30.000 millones están a la vista, sin rentabilidad. Y el 92% de las emisiones de deuda que se realizan son del Estado, y apenas 8% son del sector privado. Esto significa que el país tiene buenos niveles de ahorro, pero no de inversión (ni de crédito). Sobre este tema y afines, trataron varios paneles de Fintech Summit 2025, organizado por la Cámara Uruguay Fintech(CUF), en el WTC Free Zone.
“Tengo 30 años en el mercado financiero y el mercado de valores sigue siendo incipiente. Pero hay jugadores que estamos preparados para ir más en el sistema”, lanzó Salvador Ferrer, CEO de Nobilis y expresidente del Banco República
Ferrer planteó que los bancos no tienen incentivos para desarrollar nuevas soluciones que, de alguna manera, enlacen el ahorro con la inversión, pero las fintech sí tienen la capacidad de hacerlo. En cuanto al crédito, también es importante que aumente por su rol de motor de desarrollo económico-social.
El ejecutivo señaló que en el proyecto de ley de Presupuesto se habla de una “rampa” para impulsar el despegue del mercado de valores en Uruguay, y que espera que se pueda pasar de “un país que ahorra” a “un país que invierte”.
A su turno, Guillermo Rodríguez, CEO de Crowder —primera y única plataforma de financiamiento colectivo en Uruguay—, opinó que se debería impulsar el “subdesarrollado” del mercado de valores local. “Los mínimos de emisión (de deuda y acciones) deben ser bajos para mayor y más fácil acceso”, propuso.
Asimismo, hizo referencia a su empresa y en cómo las entidades que han invertido en esta plataforma han crecido y están empleando a más gente.
Rodríguez anunció que emitirán fideicomisos financieros próximamente, apuntando a “inversiones con letras y notas, con un mínimo de inversión de $ 1.000”, con la idea de llegar a más personas. Cabe recordar que Crowder permite a empresas de la región el acceso al financiamiento de inversores, mediante la emisión de oferta pública de valores simplificada.
Por su lado, Sebastián Musso, CEO de Skyblue Analytics, coincidió en que es clave bajar los costos en la industria y que nota que los bancos y financieras en Uruguay aún trabajan mucho con papel, lo que aumenta los costos. “Automatizar también reduce fricciones; a veces mucho papel genera desconfianza y se traduce en pérdida de inversiones”, afirmó.
Regulación de activos virtuales
La ley de activos virtuales entró en vigor en setiembre de 2024, y luego sufrió modificaciones con la nueva Carta Orgánica del BCU, para crear dos figuras: la del emisor y la de proveedor de ese tipo de servicios.
Sin embargo, algún quedan aspectos por reglar, advirtió la abogada Mariela Ruanova, socia de Dentons Jiménez de Aréchaga, en otro panel del Fintech Summit 2005.
“La reglamentación nos dirá qué es ‘activo virtual financiero’ y qué no. Hasta ahora la definición no es clara”, dijo, advirtiendo que de eso depende si se requiere o no licencia para operar.
Opinó que la reforma regulatoria es para mejorar, pero que aún hay zonas grises. “La figura de emisor de activos virtuales sí está clara, la de proveedor todavía no”, reafirmó.
Ruanova señaló, entonces, que hay que esperar cómo quedan estos temas bajo la luz de la ley de Presupuesto, porque el gobierno busca que el BCU regule a los actores de servicios de activos virtuales financieros y no financieros (actualmente tiene competencia sobre los financieros solamente).
De su lado, Martín Benítez, director de Cripto-Guardian y vicepresidente de la CUF, coincidió en que ley de Activos Virtuales es “una buena base”, pero en relación a la regulación hay más incertidumbre.
Compartió que la cámara hizo planteos a las autoridades de que los montos exigidos para garantías que establece la ley son muy altos para el sector, y compartió que la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU está de acuerdo en revisar ese punto y, eventualmente, que el sistema sea escalonado: “US$ 300.000 para startups, es mucho”, dijo.
“El desafío es que, mientras toda la reglamentación se define, la industria siga funcionando”, advirtió Juan José Otálvares, partner de CLO, quien trajo a colación la experiencia en Argentina que impulsó un proceso de regulación fuerte del sector entre 2020 y 2025.
“El ecosistema floreció también en Chile, Colombia y México. Lo importante es que la industria no se detenga, porque es muy caro quedarse atrás en finanzas”, destacó. “El regulador no tiene que frenar, sino traer incentivos para que vengan exchanges del exterior y que se formen también a nivel nacional, y que el mercado sea estratégico”, agregó.
En esa línea, Benítez apuntó que, en medio de las regulaciones y reglamentos, la cámara busca preservar la industria de los criptoactivos, que es nueva, y también lamentó que la tokenización no haya entrado en el proyecto de ley en curso.
Actualizar el sistema de pagos
La atención de las fintech está centrada, en gran parte, en los sistemas de pagos, donde consideran que tienen mucho para aportar.
Una de las referencias es Brasil con Pix, que se ha adoptado masivamente en el país vecino. De hecho, los pagos con Pix allí superan cinco veces los que son realizados con tarjetas de crédito, según datos oficiales.
Clara Singer, vicepresidenta de Operaciones Latam de dLocal (la única empresa uruguaya que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York) consideró que, en comparación con otros países en desarrollo, Uruguay está muy bien en términos de bancarización y conectividad, pero muy lento en adopción de medios de pago.
“Hay que cerrar la brecha con nuevas formas para pagar que ya son comunes en otros lados. Que el miedo a fraudes electrónicos no sea un obstáculo”, alentó, recalcando que los estándares de seguridad de hoy cuentan con mecanismos de autentificación y tokenización.
De su lado, Franco Moccia, country manager de Fiserv, comentó que Uruguay es un país chico, pero que no lo ven así en esta empresa. “Ayer, hubo más de 700.000 transacciones, en un solo día”, fundamentó.
A su entender, el gobierno y el sector privado hicieron un buen trabajo para incentivar el uso de las tarjetas de débito, y con la inclusión financiera. “Digitalización sin inclusión es un fracaso”, agregó.
Moccia contó que el 80% de los nuevos productos que desarrollan en Fiserv son ideas de los clientes. Y apuntó que las formas de pago están cambiando tan rápido, que en cinco años no sabemos qué herramientas se utilizará. “El POS, que inicialmente se usaba solo para cobrar, tiene cada vez más funciones. Está sucediendo algo parecido al celular, que en un principio se utilizaba para hablar y ahora se usa para muchas otras cosas y casi nada para conversar”, graficó.
Por su parte, Mercedes Steneri, gerente general de Midinero, recordó la experiencia con “Toke”, una billetera digital con lectura de un código QR, creada en Uruguay, que no tuvo la adopción esperada por parte de la población.
“Toke quiso ser el Pix uruguayo, pero le faltó acompañamiento e incentivar al cliente final para que lo usara como medio de pago”, dijo Steneri.
“En este segmento sí se comprende bien, pero en general, mucha gente aún no entiende que estos sistemas de pago son seguros”, prosiguió, coincidiendo con Singer en que falta educación y “democratización” en ese sentido.
Para los expositores, los desafíos del sector serán fundamentalmente las finanzas abiertas, la experiencia del usuario, la seguridad y la prevención de fraudes.
Plantearon asimismo que la ley de Inclusión Financiera de 2014 fue un “gol” para el país, pero hay que seguir “regulando en forma inteligente” (sin frenar la innovación) y que, acceder a información del Estado, es decir abrirla, les permitiría crear nuevos productos y servicios de mejor manera; un tema espinoso este último por enfrentarse a los derechos de protección de datos.
Cabe señalar que Fiserv cuenta con un equipo de trabajo en prevención de fraudes informáticos en Uruguay, que da servicio a los clientes de toda la región.
