BCU: "señales de enfriamiento" del consumo, se amplía el "mal llamado" atraso cambiario e inflación bajaría
El Informe de Política Monetaria del Banco Central del segundo trimestre (divulgado ayer) mostró la evolución esperada de la economía uruguaya y la inflación, además de analizar la situación del dólar.El Banco Central (BCU) espera que la economía uruguaya haya mantenido su dinamismo en el segundo trimestre aunque ve “señales de enfriamiento” en el consumo.
A su vez, estimó que el “mal llamado” atraso cambiario empeoró en el segundo trimestre y el Tipo de Cambio Real (dólar ajustado por inflación) está casi 10% por debajo de lo que debería, según los fundamentos de la economía.
Según el Informe de Política Monetaria del BCU del segundo trimestre —divulgado ayer— “los indicadores de alta frecuencia disponibles y las proyecciones de los modelos de corto plazo, se espera una expansión desestacionalizada del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2025 en el entorno de 0,6%”.
En el primer trimestre, el crecimiento desestacionalizado del PIB fue de 0,5% y el interanual (frente a enero-marzo de 2024) fue de 3,4%.
De todas maneras, la autoridad monetaria puntualizó que “los indicadores de consumo muestran señales de enfriamiento en el margen”.
“De acuerdo con datos preliminares, las ventas de autos cayeron 2% en términos de tendencia-ciclo en el trimestre móvil a mayo respecto al trimestre cerrado en febrero. Por su parte, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) cayó 2,1 puntos porcentuales en abril respecto a la última medición de febrero, aunque se mantuvo en niveles de moderado optimismo”, recalcó.
“En el mismo sentido, el turismo emisivo presentó una caída en el trimestre móvil cerrado en mayo en términos desestacionalizados, frente al trimestre móvil inmediatamente anterior, al tiempo que las importaciones de bienes de consumo sin automóviles en términos constantes caerían cerca de 0,3% en el segundo trimestre respecto al primero”, añadió.
Del otro lado, “los indicadores parciales de inversión registraron señales positivas” en el segundo trimestre, afirmó el Central.
“Las ventas de camiones presentaron un aumento en el trimestre móvil a mayo en términos de tendencia-ciclo respecto al trimestre móvil cerrado en febrero, al tiempo que las inversiones del sector público no financiero (sin stock de petróleo) crecieron en la misma comparación”, señaló.
“Por su parte, las importaciones de bienes de capital mostrarían una caída en el segundo trimestre del año en términos desestacionalizados frente al primer trimestre del año (fuente Aduana, datos preliminares a junio)”, agregó.
En tanto, “las exportaciones de bienes en términos constantes (fuente Aduana, sin ventas desde zonas francas) crecieron en el trimestre móvil a mayo en comparación con el anterior, ante un aumento de las exportaciones de cultivos parcialmente compensadas por una caída del resto de las exportaciones”, indicó el informe.
“Con datos a mayo (preliminar), los cultivos crecerían en el entorno de 3% en términos desestacionalizados en el trimestre móvil a mayo en comparación con el trimestre móvil anterior, mientras que las exportaciones sin cultivos caerían en el entorno de 0,7% en la misma comparación”, agregó.
Por último, “a nivel de la industria manufacturera, tanto el Índice de Volumen Físico (IVF) global como el núcleo industrial (excluye la producción de UPM, Montes del Plata, Pepsico y la refinería de Ancap) muestran señales moderadamente favorables en el trimestre móvil a mayo respecto al trimestre móvil anterior”, expresó el informe. “En particular, en el período analizado se observa un crecimiento desestacionalizado de la industria global de 1,8%, mientras que la industria sin refinería creció 2,9%. Por su parte, el núcleo industrial registró un aumento de 0,1% en el mismo período”, analizó.
El mal llamado "atraso cambiario"
En las últimas semanas, la Federación Rural ha manifestado su preocupación por lo que entiende es un “atraso (cambiario) acumulado” desde 2022.
Sin embargo, para la teoría económica la denominación “atraso cambiario” corresponde a economías que fijan su tipo de cambio, algo que Uruguay dejó de hacer en junio de 2002, cuando en plena crisis puso fin a las bandas de flotación (que establecían un “piso” y un “techo”) del dólar.
En vez de “atraso cambiario”, se podría hablar de problemas de competitividad cambiaria. Al respecto el Informe de Política Monetaria del BCU mide el Tipo de Cambio Real de fundamentos (TCRf, que indica qué tan desalineada está la competitividad respecto a lo que marcan los fundamentos de la economía).
Esta medición, estimada por los servicios técnicos del BCU (promedio de tres versiones de modelos macroeconómicos) muestra que el Tipo de Cambio Real está 9,9% por debajo de lo que indica el TCRf, cuando en el primer trimestre esa brecha era de 8%. Esto implica un deterioro de la competitividad cambiaria en el período.
Inflación y poder de compra de los salarios
El Informe de Política Monetaria del BCU señaló que “la senda proyectada de inflación se corrige a la baja respecto a los dos escenarios presentados en el informe previo, especialmente respecto al de tensiones comerciales elevadas. Ésta parte de un punto de partida muy cercano a la meta (de 4,5%), se ubica luego en levemente niveles inferiores (a ese guarismo) y vuelve a converger al objetivo al final del horizonte de política monetaria (en 24 meses)”.
El Central aclaró que “teniendo en cuenta el objetivo de inflación, se esperan aumentos del salario real (poder de compra salarial) interanual de 1,6% y 0,9% en junio 2026 y junio 2027. Asimismo, el mayor aumento salarial se daría cuando la proyección de inflación es menor al objetivo”.